El patio del Hotel Beekman.
En el evento había poetas que te escribían tu propio Haiku (poema breve japonés) según la descripción o el tema que les dieras. Aquí mi madre esperando el suyo.
En el laboratorio Kiehls, me hicieron un estudio sobre mi tipo de piel y cuáles son mis necesidades. ¡Tengo la pócima en casa!.
Cenamos en uno de los mejores restaurantes del mundo, a una hora de NYC. Nos sentamos con los mexicanos y nos reímos mucho, la verdad que somos países hermanos. la comida estaba buenísma, era un chef jóven y no defraudó. Cuando llegamos había muchísimos patos al rededor de la finca. Me imaginé lo que cenaríamos... pero no, cayó bogavante.
Uno de los viajes que no
olvidaré nunca es el que pude disfrutar hace unas semanas en NYC de la mano de Kiehl’s. Son muchas cosas las que hicieron de estos días una
experiencia inolvidable, lo primero porque estaba en familia y al final es lo más
importante en esta vida. Y sobretodo porque conocí a gente simpática, abierta y
divertida, ¡mayor placer en el mundo!.
Kiehl’s es una marca americana
que tiene su sede en Nueva York, supongo que la mayoría ya la conocéis. La
primera vez que escuché hablar de ella fue de pequeño. Mi madre era muy fan de sus
cremas y sérums. Recuerdo acompañarla a la tienda de Paseo De Gracia de
Barcelona donde compró crema de cuerpo y bálsamo para los labios y escucharla hablando
feliz sobre lo buena que era. Son esas cosas que no sabes por qué pero se te
quedan grabadas.
Cuando me propusieron ir a
vivir este “World Of Kiehl’s” y conocer todo lo que se esconde detrás de su
mundo pensé que quién mejor para acompañarme que mi propia madre. Hacíamos la
broma de que parecía La Pantoja porque mi hermano Félix también vive en NYC y
por casualidad mi tía Emma estaba allí!. (Por supuesto a veces necesitaba mi
poquito de break).
Otra cosa muy importante que
le da valor a Kiehl’s es su
compromiso social. Están continuamente lanzando productos nuevos de los cuales
parte de los beneficios van destinados a causas como la leucemia, el autismo o
Fundaciones que ayudan a gente discapacitada. Hace un año pasé una mañana junto
a la Fundación JuegaTerapia con niños que padecían leucemia, unos auténticos
luchadores siempre con una sonrisa, fue algo precioso que me llevo para siempre.
En navidad también hicieron en la tienda de Fuencarral un desayuno junto a
personas con diferentes discapacidades y les llevamos regalos a cada uno de
ellos. Es emocionante ver la alegría que tienen de vivir y el amor que
transmiten. Solo por eso Kiehl´s ya merece la pena. A demás por supuesto de sus productos. Quiero
que la gente que está leyendo esto sepa que yo no miento y no hablo de cosas
que no me gustan. Si lo digo es por que es verdad. Todos los productos de Kiehl’s
son buenísimos, desde la crema con aceite de argán que te deja la piel como un
bebé, la mascarilla para el pelo que lo transforma en seda, etc, etc.
Una de las cosas que más me gustó fue el hotel. Nos alojamos en el Beekman (de Dowtown). Lo rehicieron hace poco con mucho gusto. Tiene un patio
espectacular y las habitaciones están muy bien porque normalmente los hoteles
de Manhattan dejan mucho que desear.
Otro aspecto que hizo este viaje especial fue la buena energía que
transmite todo el equipo de Kiehl's. Se llevan genial entre ellos y eso se nota. Bueno
entre ellas que son casi todo mujeres. Hicimos muchísimas actividades pero si
me pongo a contarlo todo no acabo nunca. Los que seguís mis historias de
Instagram pudisteis verlo de cerca.
El fin de semana aprovechamos
para irnos a Los Hamptons y hacer un pequeño Road Trip por Long Island, más a
delante escribiré sobre esos días.
Desde aquí quiero dar las gracias a todo el
mundo que trabaja con gusto en labor social y ayuda a los demás. Todos podemos
hacer un pequeño esfuerzo y colaborar, aunque sea algo, siempre ayuda. ¡Gracias
Kielh’s por este recuerdo para toda
la vida!. Gracias Ana Florez y Amanda por ser excelentes compañeras de viaje y
a toda la gente que me cuidó tanto.
¡Muchos besos a todos!