Una de las cosas con las que más disfruto es yendo al monte, y al ser asturiano tengo la gran suerte de tener Los Picos de Europa muy a mano. Este verano subí por primera vez al refugio de Vega de Ario,¡qué sitio! son tres horas caminando desde Los Lagos de Covadonga, hay una parte que requiere un poco de esfuerzo porque es bastante empinado, como se dice allí, un "repechu" que te hace sudar un pelín. Pero cuando llegas arriba tienes unas vista impresionantes que te dejan con la boca abierta. Comimos en el refugio y estuvimos tirados al sol respirando aire rodeados de los animales que la familia que lo lleva tiene allí, un burro, un mastín, gallinas… Conocimos a Shacha, el niño pequeño que vive en el refugio. Me quedé impactado con la imaginación que tenía. Jugaba con el aire y se montaba unas historias increíbles de agentes secretos, monstruos, naves espaciales… Como se nota que no tiene tele, ni ordenador, ni móvil… un placer ver la infancia y la inocencia en su máximo esplendor, creando e imaginando mundos apasionantes. Allí estuvimos dos horas jugando con él. Ya tengo ganas de volver a subir para volver a ver a "Láser" como el quería que le llamáramos porque no le gustaba su nombre, jaja.
¡Gracias a Cova, Pablo, Isina y Barbi por ese día!.
En las fotos llevo camiseta de Thinking Mu, pantalones de Top Shop y mochila Eastpak.
@miguelcarrizo
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