Me enteré de la existencia de La Iglesia Skate a través de las fotos que mi amiga Isina iba colgando en su instagram. Era el interior de una iglesia forrada de rampas y donde los skaters iban a hacer ollies, flips y todos sus trucos (esos son los dos nombres que me sé). El concepto suena un poco raro pero las fotos eran increíbles. Para dar un paso más, los propietarios hicieron un crowdfundind y así poder convertír la iglesia en un sitio aún más especial. El objetivo era recaudar el dinero necesario para poder pintarla por dentro, pero no pintarla de blanco sino crear una auténtica obra de arte. Y lo consiguieron. El encargado de darle vida a las paredes fue OkuDa, un artista de Santander que a pesar de su juventud ya tiene una gran trayectoria y muchísimas exposiciones a sus espaldas. Su trabajo es fácilmente reconocible por sus formas geométricas y estampados multicolores, una mezcla de surrealismo-pop que suele centrar sus temas en la guerra entre la naturaleza y el ser humano.
Yo fui siguiendo la evolución por las redes sociales y me parecía que el resultado estaba quedando impresionante pero hasta que no entras por la puerta de La Iglesia no recibes el impacto visual que producen los colores y las formas. ¡Es espectácular!.
Enhorabuena a todos los que trabajáis y seguís trabajando para convertir la Iglesia en un referente artístico y cultural. Podéis seguir todo lo que pasa allí en @la_iglesiaskate.
En las fotos llevo abrigo de TopMan, camisa de Mango, vaqueros Calvin Klein y Converse de ante.
@miguelcarrizo